miércoles, 29 de abril de 2009

FALTA DE AGUA EN BOLIVIA

Bolivia, un futuro sin agua.-
El calentamiento global hace estragos en América Latina y Bolivia es uno de los países más afectados. El derretimiento de sus glaciares y la sequía dejarán sin agua a millones de habitantes en muy pocos años. ¿Qué opinan los científicos? ¿Qué están haciendo las autoridades? Observador Global viajó a La Paz y registró con sus cámaras la lenta muerte de sus gigantes blancos.
Desde hace dos años, y con mayor dramatismo durante los últimos meses, distintos organismos internacionales publicaron informes sobre los efectos del cambio climático a nivel mundial. Las Naciones Unidas, el Banco Mundial, organizaciones ecologistas y paneles de científicos se convirtieron en los voceros de lo que le espera al planeta en el corto y mediano plazo.
En las últimas semanas nos llamó la atención la actualización de algunos de esos informes que, con nuevos análisis y datos corregidos, arrojaron conclusiones aún más negativas, casi apocalípticas. Derretimiento de glaciares, aumento de la temperatura, sequías, inundaciones masivas, falta de agua en grandes ciudades, aumento de los niveles de los mares. Uno de los datos más estremecedores es que estos pronósticos se harán realidad en pocos años.

LA MUERTE DE LOS GLACIARESA simple vista, uno de los fenómenos de las consecuencias del calentamiento global que más gráficamente nos permite visualizar su impacto es el acelerado proceso del derretimiento de los glaciares. Donde antes había hielos eternos y pistas de esquí hoy solo quedan las montañas cada vez más desnudas y centros turísticos abandonados.
América Latina no es la excepción: los científicos vienen advirtiendo desde hace tiempo sobre la futura desaparición de los glaciares y la escasez de agua como una de sus consecuencias directas. Lamentablemente estas proyecciones sombrías fueron en muchos casos superadas por la realidad. Lo que muchos expertos creían que sucedería en 2015 ya está ocurriendo. Los glaciares subtropicales bolivianos, peruanos y ecuatorianos son un claro ejemplo.

Bolivia es uno de los países que más esta sufriendo este fenómeno. Para los científicos bolivianos la falta de agua ya es uno de los temas más urgentes. Si pocos años atrás la llamada "guerra del agua" llevó la muerte a varios ciudadanos que reclamaban por el acceso al agua en manos de empresas privadas, ahora el gran temor de ciudades como La Paz es que el agua no alcance. Las altas temperaturas no solo están derritiendo sus glaciares sino que además secan sus represas, ya sea por la falta de lluvias o la evaporación del agua. Algunas fuentes consultadas que prefieren preservar su identidad confirmaron a Observador Global que el racionamiento es "inminente".

Por esta razón decidimos viajar hasta La Paz y contemplar este fenómeno con nuestros propios ojos. Visitamos las regiones afectadas por el cambio climático y vimos asombrados lo que queda de algunos otrora gigantescos glaciares como el Chacaltaya: absolutamente nada.

El equipo de Observador Global llegó a La Paz poco tiempo después de que las lluvias llevaran un poco de alivio a las ciudades, aunque el nivel de precipitaciones y agua acumulada está muy lejos de los niveles que se necesitan para tranquilizar a los científicos y a los políticos.

Hablamos con Fanor Nava, el alcalde de la ciudad de El Alto, en La Paz, -la mayor urbe boliviana, en la que se concentra el 10 por ciento de la población de todo el país-y se manifestó consciente del problema, asegurando que la escasez de agua es una bomba de tiempo a punto de estallar. Fue él quien obligó a que en el pasado carnaval se dejara la tradición de lado y se prohibiera el uso de agua durante las celebraciones.

Las cámaras de Observador Global recorrieron algunos de los mercados de la ciudad de El Alto, entrevistando a los vecinos y registrando la imagen de canillas resguardadas en cajas con candados para evitar el derroche. La llave de ese preciado bien permanece en poder de las autoridades de los mercados que sólo abren los cofres cuando alguien lo solicita.

Contemplamos los preocupantes niveles de las represas que abastecen de agua a La Paz mientras observábamos las montañas que rodean la ciudad con sus picos nevados y glaciares en retroceso. Entrevistamos a destacadísimos científicos, como Ivar Arana, experto en cambio climático, y el ingeniero y glaciólogo Edson Ramírez, ambos colaboradores del equipo de investigación conformado por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, que ganó el premio Nobel de la paz por su labor contra el calentamiento global. Entrevistando a ellos y a Ángel Román, experto en ecología de las Naciones Unidas, conocimos la preocupación que les genera el deshielo de los glaciares y la futura falta de agua en Bolivia y el resto de la región.
MALOS PRONÓSTICOS.-
Ninguno de los expertos consultados por Observador Global suponía que el glaciar Chacaltaya iba a desaparecer en 2009: la realidad superó ampliamente sus pronósticos. Cuando estuvimos a los pies de lo que fue el Glaciar Chacaltaya, a 5.300 metros de altura, allí donde funcionaba la pista de esquí más alta del mundo, viendo un centro turístico prácticamente abandonado, no pudimos creer las fotos que abundan en el lugar y muestran en blanco y negro la gigantesca masa blanca que cubría al cerro pocos años atrás.

El glaciar Chacaltaya es seguramente el ejemplo mas visible de este proceso pero lo mismo está ocurriendo en otros de la zona como el Tuni Condoriri. Los especialistas bolivianos buscan que la gente no solo tome conciencia de lo que está pasando sino que todos -ciudadanos y autoridades- actúen rápido.

Ramírez, Arana y Román afirmaron ante nuestras cámaras que lo que sucede en Bolivia se repite en Perú, Ecuador, Colombia, Argentina y en todos aquellos países que poseen estos tesoros de agua dulce. Un recurso que ya es escaso y que a su vez está desapareciendo a una velocidad mas rápida que la estimada poco tiempo atrás.

LA HORA DE ACTUAR.-

Todos coinciden en que es imposible revertir el cambio climático pero afirman que podemos trabajar para adaptarnos. Para eso se requiere educación y no sólo restringir el uso del agua con cortes esporádicos o candados en las canillas públicas, sino también llevar a cabo, de manera urgente, obras de infraestructura como nuevas represas que logren capitalizar al máximo las aguas de deshielo, las subterráneas y las provenientes de las lluvias.Hasta el momento, los cambios que experimenta el planeta parecen ir más rápido que las acciones de los políticos y de quienes deben implementar el cambio. Estas obras requieren mucho dinero y determinación para llevarse a la práctica de forma inmediata. De lo contrario los efectos serán aun más duros de lo que se cree.

Los científicos, los formadores de opinión, los nuevos líderes de un mundo en rápido y profundo cambio, tienen la difícil tarea de medir sus palabras para no alarmar en tiempos en los que muy pocos pasan de la toma de conciencia a la acción. La mesura de estos hombres de ciencia busca que lo dramático no se transforme en apocalíptico y esto a su vez en excusa para no tratar de modificar nuestro presente. Su único objetivo es dejar una mejor vida en el futuro inmediato.

Falta de lluvias en La Paz provocará racionamiento de agua en La Paz.-
La Paz - Bolivia, 04 de febrero.- El déficit de las precipitaciones pluviales en enero de hasta un 50 por ciento en las ciudades de La Paz y El Alto puede provocar un racionamiento de agua, informó este miércoles el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi).El experto de esta institución, Félix Trujillo, informó que en enero gran parte de territorio nacional ha registrado déficit de precipitaciones y principalmente las ciudades de La Paz y El Alto."En enero estuvimos esperando aproximadamente 119 milímetros (de precipitación pluvial) y apenas se llegó a 60.1 milímetros en las ciudades de La Paz y El Alto, eso implica un marcado déficit", afirmó.Respecto a febrero dijo que el registro es también de déficit en casi todo el territorio nacional con algunas excepciones."El déficit (de lluvia) es a nivel nacional, excepto lo que pueda registrarse en las provincias Chapare, Carrasco en Cochabamba. En el norte de La Paz, estimamos en las provincias Caranavi, Nor y Sur Yungas que se van ha registrar acumulaciones muy cercanas de su promedio normal", afirmó Trujillo.Agregó que también se prevé precipitaciones en el Norte de Potosí, la ciudad capital y las provincias Nor y Sur Lípez.Sobre la posibilidad de un racionamiento de agua en La Paz y El Alto, el funcionario de Senamhi dijo que esa es una decisión de las autoridades que tienen conocimiento de esta situación a través de los informes proporcionados por el Ministerio del Agua y otras que tienen que ver con el manejo del vital líquido elemento."El agua no debe servir para otras cosas que no sea para el consumo humano, especialmente para la alimentación y cosas básicas y no para juegos u otras formas de derroche de este líquido. La población tiene que tomar conciencia de esto", dijo el experto del Senamhi.Acotó que hace años hubo igual o mayor déficit de lluvias en La Paz y El Alto, pero no había problemas porque había menor población.

La sequía afecta al 80% del municipio de Achacachi y pone en riesgo sus cultivos.-

El 80 por ciento de las 200 comunidades y 17 cantones que forman parte del municipio de Achacachi, en la provincia Omasuyos en el altiplano paceño, afronta problemas por la sequía y si no llueve máximo en dos semanas, advirtieron las autoridades municipales, se perderá toda la producción de papa, quinua, haba y alfalfa, principalmente.
El alcalde de Achacachi, Eugenio Rojas, advirtió ayer que si en los siguiente días no llueve se va a perder toda la cosecha en el altiplano porque hay otras poblaciones de otros municipios que también padecen escasez de agua. “Esto significa dos años de escasez de alimentos”. El director de Desarrollo Agropecuario de ese Municipio, Luis Vera, informó a La Prensa que sólo el 25 por ciento de las comunidades cuenta con un sistema de riego y puede en cierto modo evitar que su producción se pierda, no obstante, dijo, hay familias cuyos terrenos se encuentran en las partes altas, que no se benefician del agua y sólo les queda esperar a que llueva. Algunas comunidades, precisó, están solicitando a la Alcaldía carros cisterna para regar sus sembradíos, pero eso abastece para una semana, a la siguiente nuevamente tienen que requerir ese apoyo. “La parte más afectada es Huarina, Santiago de Huata, cantón Achacachi, todo el sector del lago (Titicaca); sólo el 20 por ciento de los cultivos del municipio se van a salvar si no llueve”. Vera informó que este jueves habrá una reunión con los comités de vigilancia para coordinar que éstos vayan a sus cantones y realicen un levantamiento de información sobre cuántas familias y cuántas hectáreas de cultivos están dañadas y en peligro de perderse. Este trabajo, dijo, se lo hará con Cáritas Bolivia. Según el Alcalde de la población, ya se enviaron informes de esta situación al Viceministerio de Defensa Civil y a la Prefectura paceña, pero hasta ahora no se ha recibido una respuesta. El responsable de la Dirección departamental de Riesgos y Alerta Temprana de la Prefectura, Braulio Mamani, dijo que la escasez de lluvias no es considerable y que recibió sólo tres pedidos para el envío de alimentos por este problema. “De alguna u otra manera tenemos el problema de la sequía en provincias del altiplano, estamos tratando de ver en qué provincias no está lloviendo, tenemos tres solicitudes de gente que pide alimentos, (pero) ahora han comenzado algunas lluvias. No hay un problema fuerte (de sequía) por el momento”. En la oficina de Defensa Civil dieron cuenta de que existe información preliminar al respecto y que será confirmada este jueves. Las comunidades que reportaron a la Prefectura escasez de lluvias, según la Dirección de Riesgos y Alerta Temprana, son Papel Pampa, en la provincia Gualberto Villarroel; Puerto Acosta, en la provincia Camacho, y Jesús de Machaca, en Ingavi. Mamani, asimismo, indicó que la atención de los municipios que el año pasado afrontaron sequía está pendiente, en “statu quo”. “La gente sigue quejándose y solicitando reposición de semillas, principalmente”. Anunció que se está preparando varios proyectos paliativos de la escasez de lluvias. Granizada en medio de escasez de lluvias.-
La comunidad Cota Cota Alta, en el municipio de Achacachi, enfrentó el sábado reciente un fuerte granizo, con trozos de hielo de dos a tres centímetros, que dañó severamente los cultivos de papa y haba y el forraje para ganado. El director de Desarrollo Agropecuario de ese municipio rural, Luis Vera, informó que 150 familias, de las 180 que habitan en el lugar, fueron afectadas en sus sembradíos. La Alcaldía, dijo, en su POA tenía previsto dotarles de un sistema de riego, pero “se hará un cambio para darles semillas de papa”. Asimismo, indicó hace dos semanas en la comunidad de Ajlla, un tornado dañó seis viviendas; dos perdieron totalmente el techo, y las otras, algunas calaminas. El responsable de la Dirección de Riesgos y Alerta Temprana de la Prefectura paceña, Braulio Mamani, indicó que ya se envió alimento y carpas para cobijar a la personas que vieron afectadas sus viviendas. El alcalde Eugenio Ramos manifestó que no basta enviar alimentos porque éstos se acaban, sino se requieren soluciones concretas. La autoridad edil informó además que el 25 de enero la comunidad de Ajlla fue azotada por un tornado que destruyó varias viviendas. Estas familias, dijo, están siendo albergadas en la escuela de la población y en domicilios particulares. El municipio está viendo el modo de comprar material de construcción para refaccionar sus casas, pero “hasta ahí no más puede”, contó. La Prefectura, según el Director de Riesgos y Alerta Temprana, ya envió carpas y alimentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario